lunes, 2 de diciembre de 2013

felicitar caducadamente

Aunque no me gusta meterme en la vida personal, en esta ocasión me lo voy a autoperdonar porque escribo con buen rollo. ¡Que es para felicitar!
La niña de Silvia y Andreu ya ha cumplido un añito. Joana pasa de los cumplemes a los cumpleaños. 
Tiraría cohetes si no fuera que los niños suelen asustarse con los ruidos exagerados. Entonces... entonaré una canción ñoña con voz de pito mientras hago gestos payasiles. Es lo que se hace en estos casos, ¿no?. Afortunadamente para la criatura, no puede verme en tal tesitura.
Además, tampoco nosotros la podemos ver a ella. Sólo conocemos sus manos/pies/cuerpo. Suponemos que tiene cabeza.
Según Silvia, se parece a su madre y a su padre. Siguiendo con las suposiciones, pongamos que su padre es Andreu. Saldría una cosa parecida a esto:
O tal vez no.
Rezaremos a algún santo para que todo esto sea una extraña pesadilla. Por ejemplo... podemos rezarle a San Andrés. Que por cierto, también felicidades a Andreu por su santo el pasado 30.
¡AAAAAAAHHHHHH!
¿Dónde está el despertador cuando más se necesita?

PD: ¡viva el cutre-paint!

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