jueves, 12 de diciembre de 2013
Follonereando
Esto está en las últimas. El Jefe ya no sabe como entrar y empieza a mezclar. Anoche haciendo un robot asintiendo.
Follonero returns.
¿Quién es?
Y como tanto el personaje como Jordi son unos de mis ídolos, aquí dejo la entrevista a placer.
Esta tarde mientras veia un poco de Zapeando, viendo a la Ana Morgade pensaba en el Terrat Pack. Algunos tienen unos días buenos y otros no tan buenos. Menos el Berto, que da asquete de lo perfecto que es. Dan ganas de odiarlo. Y el odio es bueno, que lo dice "don perfecto".
En la entrevista salieron anécdotas a relucir y recuerdos. Recuerdos como aquel El programa de Berto. ¡OOOOH! Jajajajajaj, el señorito ya no es tan perfecto. Y detalles como los del tio del diente. ¡Por fin!, llevaba semanas sin dormir desde aquella imagen, pensando ¿dónde está su diente?, ¿el Ratoncito Pérez pasó por su casa?
Hace unas entradas atrás hablaba de uno de los motivos por los que admiro al Andrius, y es que sepa encontrar y lanzar esos valores persoprofesionales. Como la carrera de este chaval de Cornellá. El empollón cansino del instituto que no le va mal, pero llega un mago, lo coge de la mano y ¡pumba, parriba!
Jordi abrió la veda. ¿Puedo meterme con el Andrius? ¿y con el programa? ¡Bieeen!
Ahora el rollo es la elegancia. Al chalequitos le falta la bandeja de camarero, que si no le pediría la cuenta. Y ¿qué clase de persona humana va cada vez más moreno según avanza el invierno?. Uno que se pasa con los UVA o una maquilladora que se pasa con el marrón. ¡Métele un amarillo, un granate!, tonos otoñales.
¿Y Berto?, si parece que esté promocionando la sección de corbatas de unos grandes almacenes. Como el niño que va a una boda por primera vez trajeado, "es que parece un hombrecito y es sólo un niño"... "¡pues ponle una corbata graciosa!".
Venga, ¿y ese nuevo que está como de becario?. No, ese con camisetas, que se note que va a su bola. Eso sí, le dan un despacho, ¡y con conexión a internet!. Que se pasa las horas del trabajo en twitter y a mi no me dejan ni la clave del wifi.
El programa va tan bien de audiencia que se permiten hacer publicidad metiendo un coche en plató. (En El Hormiguero meterían un concesionario, pero tienen más presupuesto y al hombre de negro)
Y como parece un poco tonto, proponen un acertijo digno de un nini-niná con el arca de Noé.
Claro, se gastan toda la pasta en traer medio Serengueti a un polígono y luego cuando los colaboradores piden a producción un iPhone (para buscar cosas para el trabajo, claro), se tienen que conformar con un iDanone, que no tiene fibra óptica pero sí fibra de la que te regula las aplicaciones intestinales.
Lo que no debe ir muy bien es la lista de público. Cuando tanto piden, ¡para enero!, es que muy cubiertas las plazas no están. Si es que tengo que estar en todo, ¿a que tengo que ir yo? ¡aaay como vaya y lo encuentre!. (perdón, es que me está floreciendo el instinto maternal y no tengo tiempo a podarlo).
Por el público se ve mucha gente joven, por eso hay que darles invitados a su nivel. Ahí pudimos disfrutar de la pava pelando pipas... Propongo que otro día traigan unas pipas pelando la pava. Innovación. I+D (idiotez+demencia).
Que no entiendo como es que la gente no quiere ir, si es un programa anticrisis. ¡Te dan de comer!. Guarrindongadas, ok, pero la gente tó p'adentro. Y va el David de Jorge y se rie. ¡Y qué risa!, me parto el ojete (me autoinflijo una fisura anal, para los finolis). Parece un teletubbie pasado de porros. Y el muy cachondo se trae el compañero de fatigas (fatiga la que da de verle pegar carreritas): Berto Chicote. Otro que entiende mal la cocina y lo de poner los huevos al punto de nieve se cree que es meterse rayas hasta que el presentador esté de ti hasta los huevos.
Y con tanto glamour destruido, a falta de pedo...
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