En general no nos gusta que nos agobien con publicidad. Presionan nuestras debilidades inyectándonos su producto por los ojos.
Cuando ese producto nos lo cuelan por el alma, entonces parece que la cosa cambia.
Estoy hablando de Yamuna. Una ONG con actividad en Madagascar con la que colabora Andreu.
El lunes se celebra una gala recaudatoria con la que no se si gana más quien puede disfrutar de ese cartelazo o los niños a los que se podrá ayudar con ese empujoncito.
Desde mi gremio, que es la sanidad, considero tanto o más importante la educación. Es la base de un pueblo libre y autosuficiente. Por lo tanto considero esta iniciativa toda una genialidad.
Por aquí la venta de entradas.
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Ahora resulta que Andreu vuelve a Instagram.
Tanta rabia contra las condiciones legales que hicieron desertar al generalprim, ahora vuelve con nombre y apellido: andreubuenafuente
¿Será que ve otro medio para el autobombo?
¿Será que el eyeem es más lento que Belén Esteban resolviendo una raiz cúbica con decimales?
¡Eh! ¿Quién encendió la luz?. Vale, ahora lo veo claro. Todo es un complot de Obama y una pareja de extraterrestres ancianos raticulianos de viaje con el imserso en Albacete, para que Berto salive sobre el hombro de Andreu y le microinserte un chip que al contacto con el eructo de Joana, en twitter se publiquen antipistas sobre el nuevo programa, que sólo podrán ser descifradas por seguidores de tó la vida con carnet de socio del carrecuatro.
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