Me estoy empezando a reponer del finde pasado.
La casualidad hizo que se unieran dos grandes cómicos en mi entorno para descojonarme doblemente en menos de 24 horas. ¿Mola o qué? Mola mucho.
Todo comenzó el sábado. Luis Álvaro hacía sus cosas en un pub de Pola de Siero, el Bilbord. No es precisamente un monólogo, aunque se trate de un tio soltando verborrea ante un grupo de oyentes. Es... otra cosa.
Nos cantó historias jamás pensadas por un cantautor serio. ¡Claro, es un cómico! Un comediante. ¡Payaso! Su fama de tartamudez o de que "se le olvide" la continuidad del texto, no se corresponde con la realidad. Tiene un tempo perfecto, sabe manejarnos para que riamos, que entendamos o simplemente flipemos en caos. Eso sí, se toca mucho el pelo. Y va de aquí para allá, fustigándose con el cable del micro como si fuera una bata de cola. Y habla, habla mucho. No cabe en una mano tantas cosas, aunque síii amigos, lo pillé!!
Puede parecer inquieto y lo es, sobretodo de mente. Yo creo que tiene semáforos y rotondas en la cabeza, para que no se choquen los chascarrillos y termine el perro Mistetas comiendo el yogurt caducado de un señor muy alto.
A tal punto llega el fastmind de la actuación que necesitamos un descanso. Y él también.
Y cuando ya tocamos todas las vocales en las carcajadas (JA JE JI JO JU), y la guitarra deja de acoplarse, y empezamos a entender a este puto loco... Va y se echa una siesta.
Que noooo. Era postureo. To guapo ahí, hablando de tiendas de disfraces, y me lo imagino disfrazado de un anuncio de Calvin Klein.
Al final lo bueno se acaba. Es lo que tienen los finales, que suelen suceder cuando se acaba algo.
La gente, agradecida y emocionada, sólamente le quiere decir que gracias por venir. Y también un poco hacerse fotos... ¡al ataquerr!. Somos asina. Mi timidez patológica y que no me gusta mucho molestar, me frenaba, pero tenía que hacerlo. Sí, es muuuy majo, queda confirmado. Nos liamos hablando de... cosas, y no cumplí mi frikipropósito: tocarle el pelo (jejeje, los churrisueños necesitan su tiempo, tal vez dentro de 8 años... si le queda pelo).
Un amor.
Dormir, vivir y preparar la sonrisa para la segunda etapa del finde.
Berto Romero en Avilés.
Una tarde estupenda disfrutando de mi reflex (aisss, estoy demasiado pillada de esta mierda, pixels en vena). Suerte que no llovió como amenazaba.
¿El espectáculo? Perfecto, cachondo y recomendable como siempre. Muy Berto. Hacía un año que lo había visto y apenas me acordaba. (Ahora lo tendré reciente para el domingo en Oviedo).
No quiero destripar nada... Pongamos que canta, cuenta y enseña. Como un profesor transgresor pero no. Puedes sentir muchas cosas durante la obra. Y todo sólo con su dicharachería y el imprescindible acompañamiento de Iván Lagarto a la guitarra (y algo más).
Sólo diré que si ya en la imagen del espectáculo nos baila un pericote... al final, cuando salió a saludar, nos sorprendió bailando ¡un xiringüelu! (bufff, que morriña de aquellos tiempos...)
Berto Romero sigue con nosotros, y sigue siendo un crack.
Ah, claro, que llevo mucho sin comentar el programa. Es que... me he liao.
No nos pongamos celosones. En mi corazoncito cabe toda una familia china, incluyendo primos lejanos y cuñaos futboleros.
Por ejemplo, comentemos que el señorito Andreu está pillao de un juego que se ha inventado, el WORDS. Consiste en... todavía no sabemos muy bien. Dice que pondrá las normas en su blog próximamente. Esperemos que no se trate de un dibujo de sus testículos, porque parece que las reglas para hacer la perfect word, salen de esa bolsa de la suerte.
Anoche hicimos un #DameWordsDameWords1, la versión twitera del juego con Andreu como crupier, y a la palabra SONRISA, le salió la que la anula para poder jugarla nunca jamás en el mundo mundial: ESPEJO.
¡Oh my God!
Seguiremos informando.
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