Aquel que haya escrito un libro, ha de plantarse por la calle a firmar ejemplares a sus seguidores. De mi mundo friki hubo unos cuantos pero me centraré en Andreu, ya que aquí hay cositas que contar.
Ante la imposibilidad de ir hasta BCN a incordiar yo misma, y con el No entiendo nada muy acomodado en la estantería, aproveché la amistad con Valeria para un "pequeño" favor: que me firmase la postalita que venía con el libro. ¡Misión cumplida!
La postal se une a mi colección de "frikicosas". No son objetos necesarios pero por su valor sentimental son irreemplazables. Esta vez el tuneo ha sido un nuevo Don Lemon nacido del limón decapitado, como si de cola de lagartija se tratase. Además el detalle vino acompañado de un audio en el que se oye al Andrius "¡Hola Ari!". ¡Holaaaa!
Pobre hombre. Santa paciencia para estar viendo gente una tras otra pidiendo, haciendo fotos, escuchando nombres, dando besos... con calor y aguantando la sonrisa. Un aplauso al caballero.
En un mix-análisis de las firmas que voy acumulando, diría que voy formándome como seguidora. De no tener nombre (también es que se lo pasé sin decir el nombre), a ser yo misma, mi superyo y simplemente Ari.
¡Yeeeeeah!
Esta semana pinta bien.
Mañana sábado voy a ver a Luis Álvaro. La risa está asegurada pero me gustaría acabar con una duda: ¿qué le pasa en el brazo? Varias hipótesis rondan mi mente:
a) le crecen los pelos del sobaco como pinchos de oricios (sólo sobaco derecho, los del izquierdo son de terciopelo)
b) se siente sexy porque el Langui le dijo que así ligaría más.
c) siente impulsos caóticos de coger taxis pero luego se da cuenta que los taxistas le dan alergia. (-¡taxi!, oh, no, mejor no)
d) tiene la nuca alquilada a una familia de piojos chinos porque el sueldo de cómico no da para mucho.
e) todas las anteriores son correctas hasta que se demuestre lo contrario.
¿Y qué pasa el domingo? Pues que Berto vuelve a tierras asturianas con su Berto Romero sigue con nosotros. Habrá que hacerle una visita... Y el próximo domingo más!!
Cuidadín que viene con ganas de conquistar y Don Pelayo ya no está pa tirar muchas piedras.
Pues nada, a gozarrrr.
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