
Los lunes serán más mierda aún, porque no está la excusa de "al menos hay Buenafuente".
Tendremos que informarnos por el telediario, lo cual es espeluznante.
Dejaremos de descubrir artistas poco conocidos y de disfrutar de los más conocidos, todos en directos bien cuidados.
Los que realmente tienen algo que contar, perderán un sitio donde charlar con amabilidad.
Un buen puñado de valiosos profesionales se tendrán que buscar los cuartos en un cada vez más reducido espacio televisivo de calidad.
Una razón menos para la visita anual a Barcelona.

No volveré a atragantarme cenando por una repentina carcajada.
No más ojeras, bostezos, súplicas de siesta, maldiciones al despertador...
Vendrá algo nuevo. A todos nos gusta jugar con algo nuevo. ¿Qué será?
Un descanso sienta bien. Así nos echaremos de menos y al regreso nos achucharemos más fuerte.
A lo mejor utilizan el "tiempo libre" para cosas constructivas. Meditación, colaboración, reproducción, observación,... ¿eing?
Está bien. No pasa nada.
Sigamos disfrutando del producto. Rebañar el yogurt es lo que dá más gustirrinín.
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