ollas que van, saludos que vienen

Hola. Bienvenido sea el saludo.

Cuando el jefe viene corriendo y ataca la cámara... deja a uno desconcertado. No sabemos si nos pegará un cabezazo (con el riesgo de desviar el planeta de órbita), si va a lanzarnos un beso o simplemente ha visto una mancha incómoda en la cámara.

Están ahora con una promo-concurso donde mandarán un gracioso en avión con otros graciosos, a un sitio muy cachondo. Resumido a tope. El caso es que van apareciendo chavales (y no tanto) a monologuear un par de minutos, y luego vota el público a ver quien pasa a siguiente fase.
El Berto se descojona. Andreu también se oye alguna risilla (¿falsa? Si es tan difícil hacerle reir...). Digo yo que con sacar unas risas a esa gente ya debe ser un gran premio.
¿Y por qué todo hombres? ¿Dónde están las mujeres graciosas? ¡Que las hay y mucho! En esto del humor todavía hay mucho sesgo sexual y me parece totalmente injusto.

La poyeya apareció bajo un manto de maquillaje y pelamen. Irreconocible. Y sobona!! No paraba de toquetear y abrazuquiar a Berto. Jugaron a un Jenga gigante con preguntas. ¡Oh, me encantaba ese juego!, me costó que me lo trajeran los reyes, opinaban que era una chorrada, "cuatro maderitas", pero me tiré horas con las múltiples posibilidades que le daban esas maderitas a una hija única.
Una pena (y sorpresa total) que no apareciera la pregunta repetida. ¿Se desnudaría el Andrius?. Pues no. Ya se encargaría de liarlo de algún modo para librarse, como listo que es el tio.

La sección Nadie Sabe Nada rara vez deja desperdicio. Esta vez fue más que nunca un "sus cosas".
Andreu hablando de su niña (como cualquier padre, ¡pesaos con el monotema, caramba!). Papa papa papa papa. Jajajajajaja, sería pa verla!! Y qué resuelta, correteando sin miedo, buscando hombres...
Berto y sus zombies. Gran tema frikil del que goza de conocimiento. Yo creo que los zombies son carne muerta, necrosada, y por tanto se podría curar con un emplaste de yodo; tal vez con hemodiálisis yodil; y una vez endurecida la placa cerebral muerta, se crea una incisión y un injerto neuronal. ¿Apocalipsis? No te tengo miedo.
Y como no, un broche de oro escatológico mezclado con espiritualidad. ¡Dios, qué mierda!

Hablando de todo un poco, se acerca lo de Eurovisión y vuelve a martillearme la cabeza el Chiki chiki. en ocasiones veo crusaitos...

PD: nerviosita porque en unas horas podré disfrutar del eshpetáculo de Berto sigue con nosotros. Bueno, yo... y también Don Pio (este no se pierde una).