Lo primero me gustaría decir que te hace pensar, emocionarte, reir. Un análisis a su mundo interior y al de la comicidad.
Un viaje anatómico. Al culo del mundo, sí, pero también a otras partes. Al estómago, comiéndose con patatas los proyectos descartados hasta el que despegó. A los pulmones, buscando el aire fresco para reflotar. Y a la vesícula biliar, soltando bilis de rabia por no poder hacer lo único que quieres (o sabes) hacer.
El culo del mundo llega hasta los protones de nuestro corazón.
Al final es un viaje por estos mundos de crisis. Un análisis muy extrapolable a las profesiones vocacionales, cuando tu meta profesional es una muy concreta, tanto que se mezcla la parte personal y laboral.
Cerca o lejos, da igual. La risa es común a cualquier etnia, cultura, religión... Así que me voy empadronando en ese hipotético país de la risa, donde no importa de donde vengas. Un país sin antidepresivos, donde sólo derrames lágrimas de carcajadas o porque estás picando cebolla (o viendo una peli de la Coixet).
Ofrecer risas egoistamente, para autoabastecerse de placer. Lo entiendo. Cuando logro que alguien se encuentre mejor, yo me encuentro mejor. Si encima le saco unas risas, el placer es chinchineante.
Si bien como frikifan no me ha aportado gran información, sí que como espectadora/seguidora es un material imprescindible para escudriñar.
Creo que la gente ha sido sincera en los comentarios.
Y creo en un final justo. Premio al esfuerzo, a la perseverancia, a la valía.
"Antes molabas más". Mira, no sé si más. Sí recuerdo Bf (incluso UAC, sin entenderlo todo) y me descojonaba. Tal vez me ria de otra manera, de entretenimiento cambiante. Lo que sí aumenta día a día es mi valoración de su trabajo. Un equipo coordinado para darnos lo mejor de cada uno. Andreu es un aspersor de entretenimiento.
Me gusta ver los créditos. Tanta gente. Implicaciones para que el paquete lo desenvuelvas y te asombres. No sueles dar importancia al embalaje pero sin él, no disfrutarías de ese objeto lindo y perfecto. Lo mismo pasa con los equipos de televisión. Un aplauso a la caja, al papel, al celo, al lazo... a todas esas personas que hacen posible nuestra risa, desde la idea con pinzas hasta que llega a la emisión final.
¿Si quiero conocer a la persona tras el cómico? Sí, claro, pero hasta cierto punto. Hay vida privada útil para llegar al público y quedarse para siempre en su corazón, y luego hay vida privada impenetrable e innecesaria. La del documental es, opinión personal, de la primera.
Atención: SPOILERS a continuación.
Cosas para agradecer y que hacen útil a la pieza: las charlas sobre su padre, su hija, la pareja. La familia para entender sus ángeles y demonios interiores.
Detalle imprescindible dar uno de los papeles protagonistas al espectador. De hecho la chispa de todo fue uno de nosotros, Julian Traba. Su mail trataba de los sentimientos que muchos queremos plasmar y hacerles llegar. Por ahí sale público que decide entretenerse en eso. Creo en la televisión como una labor social porque nos entretiene pero también nos puede moldear como personas. Por eso pienso que la idea de Andreu de lanzar (o acompañar a ese escenario) a artistas que cubran esa labor, es del todo necesaria en estos tiempos. Pero claro, yo sólo veo la tele, ¡qué sé yo!. Uy, esto me recuerda la emotiva carta de Hermida, ¡genial!.
Gran momento comicodramático con Carlos Areces. La vida de Andreu no es una fiesta y sin embargo encaja en un producto dicharachero, y ya. Cuando yo nací, su vida laboral comenzaba, y eso ya son muchos años dedicados a diseñar sonrisas. Hay drogas difíciles de abandonar. Por ello una frase lapidaria de Silvia hacia el final nos deja rotos. ¿Y que no sabe lo que le hace gracia?, ¿este tio no sabe reir a carcajadas por la mayor chorrada?; pues vaya.
¡Oh, y sus dibujitos! ¿Me puedo enamorar un poco más? (apunte: la casita "para aislarse" tiene antena, meeeeec, es trampa aislarte con wifi).
En resumen, muy recomendable si eres seguidor del showman, y también si tienes ganas de empaparte de buen rollo estés o no pasando por un momento complicado.
