en definitiva...

Hay un misterioso dilema que emparanoia a parte de la #PetitaFamilia. Concretamente a la parte que soy yo.
¿Qué le pasa a Andreu en la barriga?
La primera opción fue pensar que un alien le había abducido y crece en su interior una célula fosofrita que se expande con las fritangas y se debilita cuando ve la puerta de un gimnasio.
Luego está la idea de que Buenafuente es en realidad Papá Noel y no se acuerda porque va borracho. (Ahí se explica por qué nunca llega mi churrirregalo del besín: porque sólo regala el 24D y ese día libra programa).
Me gustaría poder comprobarlo físicamente el 23F. Claro, eso es imposible. Andreu no se deja tocar. Nos tiene miedo a las mujeres. Tampoco es para tanto. Hemos mandado a nuestra representante en plató, Ana Morgade, para que nos defienda como personas que somos (casi todas).
Que mucho twitter y mucho saludito, pero luego no hace sus deberes. ¡Escúchanos! ¡Míranos! ¡A los ojos, copón! (y los ojos están más arriba).
Sólo queremos acercarnos sin molestar y sin ánimo de lucro. Como una ONG: "frikifans sin barreras".
Aunque bien pensado... comprendo su situación. Depende a quien te arrimes, puedes ponerte en peligro. Ya se sabe que el roce hace el cariño. Y en nuestro caso, también nos hace risa.
Por eso Andreu ha ido probando varios tipos de arrimamientos.
En unos existe una barrera natural que es un marrón como tronco protagonista.
En otros, la barrera artificial puede convertir tu ropa interior en un marrón protagonista.
Y en otros, formar el mejor trio te hace comerte el marrón del protagonismo.
Seguro que al final Andreu sabe a donde arrimarse. Y a lo mejor vemos una estampa parecida a esta:
O no.
Se admiten apuestas.