Hace casi quince días de lo que contaba en la entrada anterior. Creo que un hecho tan significativo como asistir a tu programa favorito (con lo jodido que está por lista de espera, lejanía, para ver a tus 'ídolos',...), se merece otro churripárrafo.
Retomamos la charla que mantiene mi neurona enferma con el Andreu cómic-o.
El Jefe debió sentir el temblor de tierra cuando mis piernas nerviosas pusieron rumbo a San Just Desvern. Entonces se acicaló y se preparó para el besín que nos debía desde... ¿diciembre?.
Estaba pocos metros de su cabezón, perdón, de su recipiente de ideas. Me limité a aplaudir y carcajear como cada asistente (**NO son risas enlatadas, que quede más que claro). Ni le lancé un "¡guapo!", ni un guiño picaruelo... Me gusta mi 'anonimato'.
Pero no podia dejar pasar la oportunidad de retomar la
campaña de regalar cariño. Una leve solicitud mientras 'lloriqueaba' un garabato desde la barrera anónima que te dá un papelito escrito. (siempre me ha parecido muy cutre y carroñero lo de pedir un autógrafo al ídolo de turno, aunque lo haya hecho para acercarme físicamente al susodicho).
Esperamos a la salida por los manuscritos prometidos (otras dos personas habían tomado mi mismo camino) y al ojear
el resultado me doy cuenta de mi error. Pedí que dijera "un besín" pero ¡no especifiqué que fuera en el programa, para todos los seguidores!. ¡OUCH!
Bueno, si te ofreces... jejeje
No, en serio, que ya he dado bastante la nota. Vuelvo a meter en el garaje lo de la campaña hasta que salga el sol por donde quiera.
Y aquí acaba la paranoia de gilipollas.
Cambio que me corto.
Confianzas sin asco. ¿Que te quito las gafas? Pues te meto los dedos en la nariz (y luego en los oidos). Uff. Menos mal que les queda poco; no me imagino hasta donde pueden llegar las confianzas de estos dos... O_o
Venga, a criticar en los comentarios.
