¿Que Andreu diga "un besín" en el programa? Nooo. Es más difícil que le quepa un casco de F1, ¡y que lo pueda sacar! (tras lo cual le quedó cara de haberse tirado un pedo que llevaba aguantando una semana).

Como buen catalán, si te apetece dibujar no hace falta que te gastes la pela en un lienzo. ¿Qué mejor lugar para dibujar que el lustroso torso de tus empleados? Pues eso:

Aún utilizando a su colaborador (y parece ser que amigo) para "lo que sea", el jefe no parece muy dispuesto a subirle el sueldo...

Una pena. El chaval, Berto Romero, le saca de más de un apuro. Le salva un programa con un chascarrillo escatológico, o se lanza a cualquier experimento churriideado por el tito Andreu cual Flipy recién esnifao de cloroestropoformo-policromatóxico.
Incluso le defiende de las histéricas frikifans que acosan a diario al showman, interponiéndose a tal avalancha de hormonas femeninas... llegando a formar serias relaciones con las más feas de la especie buenafuentera.


No quisiera terminar esta entrada sin llorar un poquito.
Más de dos meses nos separan de la primera solicitud del besín. Un plazo ya cumplido y el churrirregalo no entregado. Oooooh.
Me gustaría mover algunos hilos más para recurrir la sentencia de la negativa.
Tiraré la caña como Wyoming tira sus chistes de la Cope. ¿Picará el pez en el anzuelo?
Andreu, cariño: mándanos "un besín" a tus seguidores...

Y como colofón, el DOMinical del domingo 21.