Por el principio. Resumiré el programa del lunes 21 en una imagen:

El jueves la cosa fue mejorando. Un poco más de ritmo. Y más centradicos. ¿Estamos pa lo que estamos? Estamos.
Anoche, lunes 28, para mi de los mejores días. (Mediciones según el número de carcajadas por programa).
Pero ¡cuidado!
Encuentro varios puntos a destacar negativamente.
El cambio de la disposición del plató la encuentro inútil. El propio Andreu mostró su incomodidad este año con el cambio de bando de la banda. Me dá la impresión que parte del público se queda demasiado lejos de la zona principal. Los invitados deben hacer un paseillo interminable hasta la mesa, haciendo tocar a la banda más segundos de los necesarios y dejando al presentador en una espera como si fuera el novio en la iglesia.
Este cambio sólo favorece al protagonismo de los músicos, que chupan más cámara que los sofás de GH. ¿Para qué? ¿Para que nos acostumbremos a los cambios?
Se echan de menos algunos colaboradores más. Parece que el programa se lo tenga que cortar en juliana y guisar todo el propio Andreu. Que si tiene un buen día, cojonudo. Pero si está tan despistado como al principio...

Puede que no lleguemos a saberlo.
Analizando las audiencias hasta ahora, un claro descenso de share.
Siempre he dicho que eso es una pijotada, que para nada puede medir la cantidad de gente a la que le ha interesado. Muchos otros factores influyen. y por lo que tengo entendido hay muy pocas maquinitas de esos registros. Sobra decir que esos porcentajes no pueden valorar la calidad.
Así es como esos datos son inversamente proporcionales a lo que hemos podido ver de programa. ¿Un 9 para la mierda pinchá en un palo y un 5 para el cachondeo de anoche?
¡Anda ya!
Y entre mis críticas absurdas:
-Quiero más gafitas monas para Andreu y menos gafacas abueladoras.
-Un recorte de barba no vendría mal. Por mucho que la monarquía lo quiera poner de moda... ¿a que no le ponen el pelo a Ana Morgade como a la duquesa de Alba?.
-Los remarques de la banda a los chistes chorras sooobraaan. Esto no es un late americano. Nosotros ya sabemos cuando tenemos que reirnos: cuando nos hace gracia.
De momento, boas noites.